Estás mirando el presupuesto del taller y no te lo puedes creer.
Dos mil euros. Tres mil. Cuatro mil.
Para arreglar un coche que, siendo generosos, vale seis mil en buen estado.
El mecánico te mira con esa cara de “lo siento, tío” y tú piensas: ¿De verdad tiene sentido gastarme esto?
Y la respuesta, en muchos casos, es no.
Pero claro, es tu coche. Le tienes cariño. Ha sido fiel durante años. Y la idea de venderlo averiado, de “tirarlo”, te duele un poco.
Entiendo perfectamente esa sensación. Pero el cariño no paga facturas. Y a veces, la decisión más inteligente es aceptar que ha llegado el momento de vender y pasar página.
Hoy vamos a hablar de cuándo reparar un coche averiado deja de tener sentido económico. De las señales que te dicen “vende ya”. Y de cómo vender un coche averiado sin que te timen en el proceso.
Porque sí, puedes vender un coche averiado. Y puedes sacar un dinero decente por él. Pero tienes que saber cuándo es el momento y cómo hacerlo bien.
Índice de contenidos
ToggleLa pregunta que debes hacerte antes de reparar
Antes de decidir si reparas o vendes, hay una pregunta fundamental que debes responder con honestidad:
¿Cuánto vale mi coche en buen estado y cuánto me va a costar arreglarlo?
Si la reparación cuesta más del 50% del valor del coche, ya estamos en zona peligrosa.
Si cuesta más del 70%, directamente no tiene sentido.
Y si cuesta más que el valor del coche, estás perdiendo dinero.
Parece obvio, ¿verdad? Pero te sorprendería la cantidad de gente que se gasta tres mil euros en reparar un coche que vale cuatro mil, pensando que “así le saco más vida”.
El problema es que ese razonamiento no funciona. Porque después de gastar esos tres mil euros, tu coche no vale siete mil. Sigue valiendo cuatro mil. O menos, porque ya tiene más kilómetros y más desgaste.
Has invertido dinero que no vas a recuperar nunca.
Las señales de que ha llegado el momento de vender
Hay situaciones donde la decisión es clara. Donde cualquier persona sensata te diría: vende ya.
La reparación cuesta más que el valor del coche
Si el presupuesto supera el valor de mercado del vehículo, no hay debate. Vender es la única opción lógica.
Gastar cinco mil euros en reparar un coche que vale cuatro mil es regalar mil euros. Así de simple.
Es la tercera avería grave en menos de un año
Una avería puede pasar. Dos, bueno, mala suerte. ¿Tres? Tu coche te está diciendo algo.
Cuando un vehículo empieza a encadenar averías importantes, es síntoma de que está llegando al final de su vida útil. Y lo que viene después suelen ser más averías.
Puedes arreglar esta. Pero dentro de tres meses vendrá otra. Y luego otra. Y estarás en un ciclo infinito de reparaciones que te sangran económicamente.
El motor o la caja de cambios están tocados
Hay averías y hay averías.
Cambiar unas pastillas de freno, unos amortiguadores o incluso un turbo son reparaciones asumibles en un coche que por lo demás funciona bien.
Pero cuando el problema es el motor o la caja de cambios, la cosa cambia.
Estas reparaciones son carísimas. Estamos hablando de miles de euros. Y en coches con cierta edad o kilometraje, simplemente no compensa.
Si tu mecánico te dice “el motor está gripado” o “la caja de cambios hay que cambiarla”, probablemente sea el momento de vender.
El coche tiene más de quince años y muchos kilómetros
La edad y el kilometraje importan.
Un coche de quince años con doscientos mil kilómetros puede funcionar perfectamente. Pero cuando empieza a dar problemas, cada reparación es una apuesta.
Porque arreglas una cosa y a los dos meses falla otra. El desgaste general del vehículo hace que todo esté al límite.
Invertir dinero en reparaciones importantes en un coche así es arriesgado. Puede que te dure dos años más. O puede que te dure dos meses.
Ya no pasas la ITV y las reparaciones necesarias son muchas
La ITV es el momento de la verdad.
Si tu coche no pasa y la lista de defectos graves es larga, haz números. Suma lo que costaría arreglarlo todo.
A veces son pequeñas cosas que en conjunto suman mucho. Otras veces son problemas estructurales que requieren inversión seria.
Si el coste de poner el coche en condiciones de pasar la ITV es alto, plantéate si realmente vale la pena.
El valor sentimental está nublando tu juicio
Este es el más difícil de admitir.
Es tu primer coche. El coche con el que hiciste aquel viaje. El coche que te regaló tu padre.
El apego emocional es real. Pero no puede ser el único factor en tu decisión.
Si todos los números te dicen que vender es lo sensato, pero tú sigues buscando excusas para reparar, probablemente el valor sentimental esté nublando tu juicio.
Y eso es comprensible. Pero también es caro.
Cómo calcular si reparar tiene sentido económico
Vamos a ponernos prácticos. Aquí tienes una fórmula simple para decidir:
Paso uno: Averigua cuánto vale tu coche en buen estado
Busca en portales de compraventa coches similares al tuyo: mismo modelo, año, kilometraje. Mira los precios de venta.
Esa es tu referencia. Digamos que encuentras que tu coche en buen estado vale cinco mil euros.
Paso dos: Calcula el coste total de la reparación
No solo la avería actual. Piensa en todo lo que el coche necesita para estar realmente bien.
Si el presupuesto del taller es dos mil euros, pero además sabes que en seis meses necesitarás cambiar neumáticos y dentro de un año toca revisión importante, suma todo.
Digamos que entre lo inmediato y lo previsible, estamos hablando de tres mil euros.
Paso tres: Haz la resta
Cinco mil euros de valor menos tres mil de reparaciones igual a dos mil euros de “beneficio”.
Pero ojo, ese beneficio es teórico. Porque después de gastar esos tres mil euros, tu coche no vale cinco mil. Vale cinco mil si lo vendes. Y venderlo lleva tiempo, esfuerzo y probablemente tengas que negociar a la baja.
Paso cuatro: Compara con lo que sacarías vendiéndolo averiado
Ahora averigua cuánto te darían por el coche tal como está, sin reparar.
Puede que te ofrezcan mil quinientos euros. Dos mil. Depende del modelo, la avería y el comprador.
Compara: ¿Prefieres gastarte tres mil euros para luego intentar vender el coche por cinco mil? ¿O prefieres venderlo ya por dos mil sin gastarte nada?
En el primer caso, tu beneficio neto es dos mil euros menos tres mil de inversión igual a menos mil. Has perdido dinero.
En el segundo caso, ganas dos mil limpios sin invertir nada.
La decisión es obvia.
Qué averías justifican reparar y cuáles no
No todas las averías son iguales. Algunas tienen sentido arreglarlas. Otras no.
Averías que suelen merecer la pena
Problemas eléctricos menores: Un fallo en el alternador, una batería muerta, un sensor que falla. Son reparaciones de unos cientos de euros que devuelven el coche a pleno funcionamiento.
Frenos y suspensión: Si el coche por lo demás está bien, cambiar pastillas, discos o amortiguadores tiene sentido. Son elementos de desgaste normal.
Neumáticos: Obvio. Si solo necesitas neumáticos nuevos, cámbialos. Es mantenimiento básico.
Pequeñas fugas o reparaciones de chapa: Si son económicas y el coche tiene todavía vida útil, adelante.
Averías que raramente merecen la pena
Motor fundido o gripado: Cambiar o reconstruir un motor cuesta miles. Solo tiene sentido en coches relativamente nuevos o de alto valor.
Caja de cambios rota: Igual que el motor. Es una reparación mayor que en coches con cierta edad no compensa.
Problemas estructurales de chasis: Si el bastidor está dañado, oxidado o tiene problemas graves, olvídate. Es peligroso y carísimo.
Averías múltiples simultáneas: Cuando el taller te da una lista de diez cosas que hay que cambiar, probablemente sea señal de que el coche está al final de su vida.
Cualquier reparación que supere el cincuenta por ciento del valor del coche: Por norma general, no compensa.
Cuánto puedes sacar por un coche averiado
Aquí viene la buena noticia: un coche averiado no vale cero euros.
Dependiendo del modelo, la avería y el comprador, puedes sacar un dinero decente.
Factores que determinan el valor
El modelo y la marca: Un BMW averiado vale más que un Seat averiado. Las piezas de marcas premium tienen más valor en el mercado de recambios.
La gravedad de la avería: No es lo mismo un coche con el motor roto que un coche con problemas eléctricos. Cuanto menos grave, más vale.
El estado del resto del vehículo: Si la carrocería está bien, los neumáticos son nuevos, el interior está cuidado… todo suma.
La demanda de piezas: Algunos modelos tienen mucha demanda de recambios. Esos coches valen más incluso averiados.
El mercado internacional: Como ya hemos hablado en otros artículos, algunos modelos valen más en otros países europeos.
Rangos orientativos
Un coche pequeño averiado puede valer entre quinientos y dos mil euros.
Un coche mediano o familiar puede estar entre mil quinientos y cuatro mil euros.
Un coche premium o de gama alta puede valer entre tres mil y ocho mil euros, incluso averiado.
Obviamente son rangos muy amplios. Depende de muchos factores. Pero te da una idea de que no estamos hablando de calderilla.
Cómo vender un coche averiado sin que te timen
Vale, has decidido vender. Ahora toca hacerlo bien.
Sé honesto sobre el estado del coche
No intentes ocultar la avería. No digas que “solo es un ruidito” cuando el motor está con un problema real.
Primero, porque es ilegal. Segundo, porque te pillarán. Y tercero, porque los compradores profesionales saben detectar problemas.
La honestidad genera confianza. Y la confianza genera mejores ofertas.
No aceptes la primera oferta sin comparar
El primer desguace que te dice “te doy quinientos euros” no es necesariamente el que mejor te va a pagar.
Pide varias valoraciones. Compara. Negocia.
Hay compradores que se especializan en ciertos modelos. Hay quien tiene contactos internacionales. Hay quien valora más las piezas que la chatarra.
Cada uno te dará una cifra diferente.
Busca compradores especializados
No es lo mismo vender a un desguace local que vender a través de un servicio especializado con red europea.
Los segundos suelen pagar más porque tienen más salidas para el vehículo. Pueden venderlo para piezas en Alemania, exportarlo a Polonia, o encontrar un comprador que busque exactamente ese modelo.
Los desguaces locales solo ven chatarra. Los profesionales ven oportunidades.
Asegúrate de que incluyen toda la gestión
Vender el coche es solo el principio. Luego viene la recogida, la baja en la DGT, el papeleo…
Trabaja con alguien que se encargue de todo. Que recoja el coche donde esté, que gestione la baja, que te mantenga informado.
Así tú te olvidas del tema. Vendes, cobras y listo.
Ten la documentación en orden
Aunque el coche esté averiado, necesitas el permiso de circulación, la ficha técnica y tu DNI.
Si has perdido algún documento, solicita duplicados antes de vender. Facilitará el proceso y evitará retrasos.
Errores comunes al vender un coche averiado
Hay cosas que la gente hace mal una y otra vez. Evítalas.
Reparar antes de vender pensando que sacarás más
“Si le cambio esto, podré pedir más dinero.”
Error.
Gastar mil euros en reparaciones no aumenta el valor del coche en mil euros. Probablemente lo aumente en quinientos. Has perdido quinientos.
Vende el coche tal como está. Deja que el comprador decida qué reparar.
Desguazar sin pedir otras opiniones
El desguace de tu barrio te ofrece trescientos euros. Los aceptas porque “bueno, está averiado, qué más voy a sacar”.
Puede que tengas razón. O puede que otro comprador te hubiera dado mil.
No lo sabrás si no preguntas.
Vender a un particular sin ser transparente
Intentas vender el coche a un particular ocultando la avería o minimizándola.
Mala idea. Puede denunciarte, reclamarte, llevarte a juicio. Y con razón.
Si vendes a un particular, sé brutalmente honesto. Que sepa exactamente lo que compra.
No gestionar correctamente la baja o transferencia
Vendes el coche y te olvidas del papeleo. Meses después sigues recibiendo multas o pagando impuestos.
Asegúrate de que la baja o transferencia se hace correctamente. Pide documentación. Haz seguimiento.
Dejarte llevar por el apego emocional
“Es que este coche me ha acompañado en tantos momentos…”
Lo entiendo. Pero el coche no tiene sentimientos. Y tu cuenta bancaria sí tiene números.
Toma la decisión con la cabeza, no con el corazón.
Alternativas a vender que pocos consideran
Antes de vender, hay un par de opciones que quizá no hayas considerado.
Vender para piezas tú mismo
Si tienes tiempo, espacio y ganas, puedes desmontar el coche y vender las piezas por separado.
Un motor averiado no vale nada. Pero los faros, las puertas, los asientos, el volante, la electrónica… todo eso se vende.
Puedes sacar más dinero así. Pero requiere esfuerzo, conocimientos y paciencia.
No es para todo el mundo. Pero es una opción.
Donarlo y desgravarlo
En algunos casos, puedes donar el coche a una ONG y desgravar la donación en la declaración de la renta.
No sacarás dinero directo, pero tendrás un beneficio fiscal.
Solo tiene sentido si tu situación fiscal lo permite y si el coche realmente no vale mucho.
Usarlo como parte del pago de otro coche
Algunos concesionarios aceptan coches averiados como parte del pago de un vehículo nuevo o seminuevo.
Te darán menos de lo que vale, obviamente. Pero puede ser cómodo si ya estás comprando otro coche allí.
Compara siempre con lo que sacarías vendiéndolo por tu cuenta.
Cuándo sí tiene sentido reparar
No quiero que pienses que siempre hay que vender. Hay casos donde reparar es la decisión correcta.
El coche es relativamente nuevo
Si tu coche tiene tres años y se estropea algo, obviamente lo reparas. Todavía tiene mucha vida por delante.
La avería es menor y el coche está bien cuidado
Si solo necesita una reparación de quinientos euros y por lo demás funciona perfectamente, adelante.
Acabas de hacer otras reparaciones importantes
Si hace seis meses le cambiaste la distribución, los frenos y los neumáticos, tiene sentido invertir un poco más para aprovechar esas reparaciones.
El valor sentimental es muy alto y puedes permitírtelo
Si realmente el coche significa mucho para ti y económicamente puedes asumir una reparación que objetivamente no es rentable, es tu decisión.
Solo asegúrate de que lo haces conscientemente, sabiendo que estás pagando por el valor emocional, no por lógica económica.

La decisión es tuya, pero los números no mienten
Al final del día, nadie puede decidir por ti.
Es tu coche, tu dinero, tu situación.
Pero los números no mienten. Y si los números te dicen que reparar no tiene sentido, probablemente no lo tenga.
Puedes buscar excusas. Puedes convencerte de que “solo es esta reparación y luego estará perfecto”. Puedes dejarte llevar por el apego emocional.
O puedes ser honesto contigo mismo, aceptar que ha llegado el momento de vender y pasar página.
Vender un coche averiado no es tirar el dinero. Es recuperar lo que puedas de un vehículo que ya no te sirve. Es tomar una decisión inteligente en lugar de seguir sangrando dinero en reparaciones.
Y con el dinero que saques, puedes comprarte otro coche. Uno que funcione. Uno que no te dé quebraderos de cabeza cada dos meses.
No sigas tirando dinero en un pozo sin fondo
Si estás leyendo esto, probablemente ya sabes en el fondo que reparar no tiene sentido.
Llevas meses dándole vueltas. Mirando presupuestos. Preguntando opiniones.
Y todos te dicen lo mismo: vende.
Pero tú sigues resistiéndote. Porque es difícil aceptar que algo que te ha servido bien durante años ha llegado al final.
Lo entiendo perfectamente.
Pero llega un momento en que tienes que ser práctico. En que tienes que dejar de tirar dinero en un pozo sin fondo.
Tu coche averiado todavía vale algo. No mucho, pero algo. Y ese algo es mejor que seguir gastando en reparaciones que no van a solucionar el problema de fondo.
Así que haz los números. Sé honesto contigo mismo. Y si la conclusión es que vender tiene más sentido, hazlo.
Consigue varias valoraciones. Compara ofertas. Trabaja con alguien que se encargue de toda la gestión.
Y pasa página.
Porque la vida es demasiado corta para estar preocupándote cada semana de qué se va a romper ahora en tu coche.






